Al comprar el plato de ducha y la cabina por separado, es recomendable elegir productos del mismo fabricante. A menudo sucede que la cabina no se ajusta al plato de ducha. Por eso, vale la pena considerar la compra de un conjunto donde los elementos individuales estén bien ajustados, tanto en cuanto a dimensiones como a estilo. El plato de ducha es ideal para personas que no disfrutan de baños largos y para aquellos que desean ahorrar en el uso de agua. Si tienes niños, es aconsejable considerar la compra de una bañera o un plato de ducha profundo. Es importante tener en cuenta todos los aspectos para hacer una elección acertada.
¿Para quién es adecuado el plato de ducha semicircular?
El plato de ducha en forma de cuarto de círculo es la mejor solución para duchas de esquina. En este diseño, están disponibles en el mercado platos de ducha tanto profundos como poco profundos. Cada uno de estos garantiza un equipamiento moderno y funcional para baños pequeños y grandes. Un plato de ducha profundo, por ejemplo, con una cabina de hidromasaje, se ve muy moderno y elegante.
Los platos de ducha semicirculares más superficiales están disponibles desde tan solo 5 centímetros, mientras que los profundos van de 15 a incluso 30 centímetros de profundidad. Por lo tanto, los más profundos son una elección frecuente debido a la comodidad que ofrecen para bañar a niños, especialmente a los bebés. También son cómodos para los adultos y, a diferencia de los cuadrados, un plato de ducha semicircular de 90x90 centímetros ofrece un espacio de uso significativamente mayor debido a la forma ovalada de una de las esquinas. En una ducha así, se puede disfrutar de un baño en pareja con tranquilidad. Un plato de ducha de 80x80 centímetros en versión semicircular también ofrece más espacio que los platos de ducha cuadrados.
Las familias con niños pequeños a menudo valoran las cabinas con un plato de ducha semicircular profundo, que permiten bañar a los pequeños de manera segura. A menudo optan por esta solución por razones de seguridad, ya que hay menos bordes con los que el niño podría chocar. Para las personas mayores o con movilidad reducida, es mejor elegir cabinas con platos de ducha bajos o montadas directamente en el suelo.
Espacio y el plato de ducha
La elección del plato de ducha adecuado depende en gran medida del espacio que tengamos para dedicar. Si el baño no es espacioso, un plato de ducha cuadrado o rectangular funcionará mejor. La forma tradicional es más fácil de ajustar a otros elementos del equipo para formar un conjunto funcional. En baños más grandes, un plato de ducha semicircular se verá estéticamente agradable. Junto con una cabina del mismo diseño, dará al interior un carácter moderno y acogedor. Dependiendo del espacio que tengamos disponible, podemos elegir las dimensiones adecuadas. Gracias a la variedad de formas y tamaños de platos de ducha, todos pueden encontrar un modelo que se ajuste a sus necesidades.
Pensando en las personas con discapacidad
Las personas con discapacidad que usan silla de ruedas a menudo necesitan la ayuda de otra persona para la mayoría de las actividades. Para facilitarles la vida, el mercado también ofrece platos de ducha con un asiento adecuado, donde la persona con discapacidad puede sentirse cómoda y relajada.
Cuando una persona tiene problemas para estar de pie, es necesario instalar una silla, preferiblemente con respaldo. Algunas tienen reposabrazos, lo que mejora la comodidad del baño. El asiento debe estar a una altura de 50 centímetros del suelo y a 45 centímetros de la pared lateral.
La silla puede estar hecha de plástico o, para mayor comodidad, recubierta de vinilo cálido al tacto. El tipo de silla depende del grado de discapacidad. Puede ser de plástico o de celosía. Este último tipo, en comparación con los asientos completos, permite un acceso más libre a una mayor parte del cuerpo. Sin embargo, son peligrosos para quienes se mueven en sillas de ruedas y sufren de una atrofia muscular glútea avanzada. Por lo tanto, es necesario seleccionar cuidadosamente la silla de ducha adecuada para el grado de discapacidad de la persona que la usará.