La palabra spa proviene del latín y significa Sanus Per Aquam, es decir, salud gracias al agua. Este término se refiere al uso de las bondades del agua, como baños cosméticos, masajes, hidromasajes, duchas escocesas, saunas, piscinas y muchas otras atracciones para el cuerpo. Visitar un spa no solo ofrece una relajación extraordinaria para nuestro cuerpo, sino también una serie de tratamientos que relajan, rejuvenecen y benefician nuestra piel de forma saludable. Pero, para sentirnos tan especiales, ¿siempre tenemos que visitar un lugar así? ¿No sería genial si tuviéramos un pequeño spa en nuestro propio hogar?
Baño con estilo spa – por dónde empezar
Cada uno de nosotros es diferente, y por lo tanto, nos relajan cosas distintas. Algunos encontrarán relajantes las duchas de agua, mientras que otros disfrutarán de un baño caliente con aceites esenciales. Al momento de querer diseñar nuestro baño como un spa, pensemos en nuestras propias preferencias. Esto facilitará enormemente la selección de los elementos adecuados. Si no sabemos cómo complementar el baño con accesorios, visitemos un spa profesional y observemos qué crea ese ambiente tan especial. Además del funcionamiento, también es importante la decoración. El color de los azulejos, la alfombra, la forma del lavabo, todo contribuye a transformar el baño en un oasis de relax y en un spa casero.
Distribución de la habitación
Vale la pena hacerlo bien. Si contamos con un baño grande, podemos "dividirlo" en dos sectores, uno dedicado a baños relajantes y otro para otras actividades. No es necesario construir paredes o biombos. Se pueden usar bloques de vidrio, que han vuelto a estar de moda, o simplemente ubicar los elementos de manera que se definan estas dos áreas. Una buena planificación del espacio garantiza la armonía en nuestro gabinete privado de relajación y bienestar.
Con un baño pequeño, habrá más trabajo, sobre todo porque será más difícil definir las áreas mencionadas. Sin embargo, vale la pena planificar cuidadosamente la disposición de los elementos para que formen una unidad cohesiva y den la impresión de un spa personal, aunque sea pequeño. En un mini-baño así, conviene pensar en la cantidad adecuada de armarios para guardarlo todo, pero también para no exagerar con el "amueblamiento".
Equipamiento
Empecemos por el hecho de que cada elemento de nuestro baño diseñado en estilo spa debe ser cuidadosamente pensado. No hay lugar para mezclar diferentes estilos o colores. El baño debe terminarse en una paleta de colores armoniosa y los accesorios y cerámica deben seleccionarse con mucho cuidado, preferiblemente del mismo fabricante. De esta manera, evitaremos diferencias en colores y formas. Al seleccionar productos, recordemos que al cruzar el umbral de un spa, nuestros sentidos se apagan, esperando relajación. Por eso el baño debe cumplir una función similar. Colores demasiado intensos o formas mal elegidas pueden alterar este estado. Al elegir el equipamiento, pensemos en bañeras con hidromasaje o duchas con diferentes opciones de rociado.
La bañera, si es posible, puede ser independiente. Su apariencia por sí sola hará que nos sintamos como si estuviéramos entrando en un verdadero gabinete.
Un elemento del equipamiento del baño es también la iluminación. Procuremos que, además de la luz principal y la del espejo, que seguramente será intensa, haya apliques o halógenos en nuestro baño. Estos se encargarán de crear el clima adecuado en nuestro spa privado. Encender una cantidad reducida de luz, gracias a esta solución, complementará aún más los momentos únicos, por ejemplo, durante un baño caliente con aceites esenciales.
Accesorios
En este caso, también debemos seguir el principio de "minimalismo ante todo". Un spa es un lugar donde todo tiene su sitio bien pensado, donde reina el orden y la armonía. Los cosméticos coloridos esparcidos por todas partes ciertamente no crearán ese ambiente. Asegurémonos de que estén escondidos. Sin embargo, si tienen que estar fuera por falta de espacio, que sus envases sean lo más similares posible en color, e incluso, de ser posible, se asemejen al estilo general del baño.
Un toque agradable que dará el nombre de spa al baño será también una alfombra suave en un color pastel. Colocarla junto a la bañera o el lavabo. Además, toallas suaves, por ejemplo, beige, blancas o color crudo, bien colocadas o enrolladas en un solo lugar también contribuirán al efecto deseado. Vale la pena considerar una planta, aunque sea una, que rompa la claridad del spa casero y aporte frescura natural.
En realidad, diseñar un baño en estilo spa no requiere grandes habilidades. Basta con inspirarse en propuestas existentes, observar cómo es un verdadero spa y voila – ¡lo tenemos! Pequeños accesorios, flores, el orden adecuado de las toallas, y nuestro baño adquiere una nueva dimensión.
Si deseamos que el "viejo" baño se convierta en un spa casero, conviene pensar en pintar los azulejos con la pintura adecuada, cambiar los accesorios y los mencionados adornos. En lugar de cortinas, vale la pena considerar estores, por ejemplo, día-noche, o dejar la ventana "desnuda" (siempre que no comprometamos nuestra privacidad en el baño).
Tanto en un baño nuevo como renovado, las velas aromáticas son una excelente opción. Se pueden comprar en cualquier supermercado. Hay diferentes colores de cera y aromas para elegir. Se combinarán maravillosamente con el resto del equipamiento y complementarán el ambiente.
En cualquier caso, ya sea al diseñar un nuevo baño o al renovar uno antiguo, es fundamental recordar que un spa es armonía bien pensada, colores pastel, orden y una iluminación adecuada y atmosférica, así como accesorios seleccionados con cuidado.
Cuando cuidemos de todo esto, atrevámonos a añadir música ambiental, encender las velas colocadas y llevarnos una copa de buen vino. Informemos a la familia que el baño es nuestro durante las próximas dos horas. De esta manera, garantizamos una tranquilidad inalterada y el pleno disfrute de la relajación.