Aunque en el mercado actual de dispositivos sanitarios podemos elegir entre una gran cantidad de formas y estilos de bañeras, hace muchos años que las rectangulares siguen siendo la solución preferida y más elegida por los clientes. Esto ocurre porque poseen numerosas ventajas que se traducen en comodidad para su uso diario.
La clásica no pasa de moda
A pesar de que los diseñadores que trabajan en empresas de productos para el baño se esfuerzan al máximo por crear las mejores cabinas de ducha, que además del beneficio obvio de ahorrar espacio también puedan ofrecer comodidad a los habitantes, todavía no pueden igualar el confort que proporciona solamente un relajante y largo baño en una bañera. Precisamente por esta razón al construir o renovar casas y apartamentos, casi todos se aseguran de que haya espacio para lo que consideran un elemento indispensable de tal espacio: las bañeras rectangulares. Es la forma más clásica y tradicional, que sigue siendo extremadamente popular hasta el día de hoy, y no es de extrañar, ya que una bañera de este tipo es capaz de proporcionar el mayor nivel de relajación durante el baño, especialmente cuando volvemos cansados después de un largo día de trabajo, o queremos deshacernos del estrés que nos agobia.
¿Cómo elegir la bañera rectangular ideal?
Al elegir para nuestro baño una solución como es la bañera rectangular, primero debemos responder a algunas preguntas muy importantes. Principalmente, con qué espacio contamos y qué parte de este espacio estamos dispuestos a destinar a la instalación de la bañera, para que los demás elementos esenciales del baño, como por ejemplo, la lavadora, el lavabo o los muebles, también tengan su lugar y que todo sea cómodo, no abarrotado. Las bañeras rectangulares más tradicionales tendrán una longitud de entre unos 120 y hasta 200 centímetros, mientras que su ancho será de entre 70 y 100 centímetros. Por supuesto, cuanto más grande sea la bañera, mayor será la comodidad del baño, pero aquí también es necesario señalar que... la altura de los habitantes también importa considerablemente. Un hombre con una altura por debajo de 170 centímetros necesitará una bañera más pequeña para su comodidad que, por ejemplo, un jugador de baloncesto profesional. Es por eso que la elección siempre debe ser precedida por pruebas, en última instancia, incluso se puede entrar en la bañera en la tienda para verificar si será cómoda.
El siguiente paso es el material. Una bañera rectangular puede estar hecha de uno de los tres materiales más populares: acero, hierro fundido y acrílico. El primer tipo se fabrica con chapa, sobre la cual se aplica una capa protectora esmaltada. Las bañeras de acero son pesadas, pierden calor rápidamente, lo que provoca la incomodidad de tener que reponer agua caliente, pero son extremadamente duraderas frente a todo tipo de daños. Por otro lado, los productos hechos de hierro fundido se caracterizan por un peso aún mayor que los de acero, alcanzando a menudo incluso un peso de 100 kilogramos, lo que puede suponer serios problemas en su transporte, elevación e instalación. A cambio, son duraderas y pierden calor más lentamente que las de acero. Durante los últimos años, las bañeras rectangulares hechas de acrílico se han vuelto una solución cada vez más popular. Este material es cálido, mantiene bien la temperatura del agua y, lo más importante, es extremadamente ligero. Desafortunadamente, también es bastante delicado y no se puede limpiar con cualquier producto químico, sino solo con los más suaves o dedicados a materiales acrílicos.
Una bañera rectangular perfectamente colocada es comodidad para años
Finalmente, al montar una bañera rectangular en nuestro cuarto de baño, también debemos recordar que forme parte de un conjunto mayor: el espacio del baño. Debe ser así coherente en estilo con los demás elementos de la decoración, como los azulejos de la pared, o también los muebles y otros elementos de cerámica blanca como los lavabos y los inodoros. Para asegurarse de que todo armonice, primero vale la pena ver soluciones listas, disponibles en internet o en las tiendas, entonces tomar decisiones debería ser mucho más sencillo y con menos riesgo. Vale la pena recordar dejar suficiente espacio alrededor de la bañera elegida para colocar todos los accesorios de baño y cosméticos, para que las toallas también estén al alcance de la mano, y finalmente, conviene pensar en pequeños lujos como espacio para velas o una copa de vino durante el baño. De esta manera, crearemos para nosotros y nuestra familia un interior ideal, en el que la estancia siempre será un placer máximo.