Al decidirte a diseñar el baño, vale la pena responder a la pregunta: ¿bañera o ducha? Hay muchos argumentos a favor de ambos productos. Una cabina de ducha cuadrada es una buena solución para los baños, especialmente los más pequeños en los apartamentos, y además, gracias a ella, se puede ahorrar bastante tiempo y dinero. Una ducha es más rápida y también deberíamos usar menos agua.
Ventajas de una cabina de ducha cuadrada
En nuestros baños, las cabinas de ducha se han convertido ya en una opción habitual, desplazando parcialmente a las bañeras tradicionales. Si, debido al pequeño tamaño del baño, falta de posibilidad de instalar una bañera, es necesario optar por una ducha, o tal vez simplemente la prefieres, entonces antes de elegir la cabina adecuada, considera algunos aspectos. Antes de proceder a la compra de la cabina de ducha adecuada, seguramente ya hemos planificado la decoración del baño, es importante adaptarla al estilo para que no desentone.
Podemos encontrarlas tanto en estilos modernos como clásicos. En cuanto a la ubicación de la ducha, todo depende del tamaño de nuestro baño. En espacios grandes, podemos permitirnos incluso una ducha independiente, que está cerrada, por ejemplo, solo con vidrio por un lado, y la ducha es superior. Con proyectos a medida, también tienes más posibilidades en cuanto a la elección de los distintos componentes de la estructura. Esto incluye, entre otros, el modo de apertura de la cabina.
Lo más importante es que las cabinas a medida funcionan bien en situaciones donde deseas aprovechar al máximo las posibilidades del baño, sin desperdiciar espacio innecesario y sin preocuparte sobre si la ducha encajará o si tal vez deberías elegir otra cabina.
Forma, tipos, montaje y plato de ducha
Al elegir una ducha, tenemos muchas opciones. Uno de ellos es el tipo. También las cabinas de ducha cuadradas tienen varios tipos. Pueden ser de esquina. ¿Qué significa eso? Que uno de los lados lo forma una pared. Este tipo de cabinas son fáciles de mantener. Otro tipo son las cabinas empotradas, es decir, las montadas en nichos. Para baños grandes, funcionan bien las cabinas independientes.
Las cabinas también se dividen en perfiladas, sin marco y de vidrio. Las primeras suelen ser las más económicas. Las sin marco están hechas de vidrio de alta calidad y son más grandes. Las de vidrio se adaptan a cualquier interior. También podemos elegir cualquier forma de plato de ducha. Para la cabina de ducha cuadrada, por supuesto, la mejor será la cuadrada. Sin embargo, tenemos otras opciones: rectangulares, redondas, semicirculares.
Las cabinas también se fabrican con diferentes materiales. Tenemos la opción de materiales plásticos menos duraderos o vidrio, mucho más resistentes. Las cabinas también varían en el tipo de instalación. Se pueden montar con un plato de ducha, bañera o directamente en el suelo. El uso del plato de ducha es popular y fácil de instalar. Ahora también están de moda las duchas montadas en el suelo, donde el desagüe está en el centro. Esta solución es de diseño moderno.
Mantenimiento de la ducha
Dependiendo de qué esté hecha nuestra ducha, podemos usar diferentes productos para su mantenimiento. Para limpiar las superficies, ya sean acrílicas u otro material, se pueden usar geles sanitarios. Diferentes tipos de leches y polvos con mármol molido son adecuados solo para ciertos tipos de esmalte en bañeras de acero o hierro fundido.
Otra solución popular es usar agua con bicarbonato de sodio. El bicarbonato ayuda a eliminar la suciedad y, además, no raya la superficie. Anteriormente, también se usaba agua con vinagre, ya que el vinagre mata las bacterias. Desafortunadamente, no tiene un olor muy agradable, lo que puede desalentar su uso.
Algunos también recomiendan usar agua con jugo de limón para pulir la ducha. Definitivamente es una mejor solución que el vinagre, ya que el limón tiene un hermoso, fresco y agradable aroma. Sin embargo, no es una solución económica.