Los grifos de ducha ya no son solo una construcción básica con dos o un solo mando. Actualmente, el mercado de equipamiento para baños está tan desarrollado que incluso en el caso de los grifos de ducha nos encontramos con funciones adicionales. Vale la pena considerar esta decisión.
Grifos de ducha sin termostato
Durante mucho tiempo, los grifos de ducha clásicos dominaron el mercado: formas simples y aerodinámicas, con dos mandos, sin destacar ni por su apariencia ni por sus funciones. Con el tiempo, la tecnología avanzó y, respondiendo a las necesidades de las personas ocupadas, se comenzaron a mejorar los grifos de ducha.
Actualmente, la mayoría de estos productos tienen un solo mando o perilla, con los que podemos regular la intensidad del flujo de agua y la temperatura. Así es como funcionan los grifos de ducha básicos que no tienen la función de termostato. Para obtener agua caliente, debemos girar el mando o la perilla hacia el flujo caliente y esperar un momento hasta que se caliente gradualmente. De manera análoga, si queremos cambiar la temperatura del agua, giramos en una dirección u otra.
Los grifos clásicos pueden ser problemáticos porque sus mandos son extremadamente sensibles. Esto significa que podemos ajustar rápidamente el agua a una temperatura que resulte demasiado caliente o fría. Para alguien que tenga mano "pesada", usar este tipo de grifo será difícil.
Grifos de ducha con termostato
Hay muchas personas que prefieren una temperatura específica del agua en la ducha, y ajustar el mando o la perilla cada vez resulta cada vez más engorroso. Es para este grupo de usuarios que se crearon los grifos de ducha con termostato.
El termostato no es más que un dispositivo que mantiene la temperatura fijada gracias a los sistemas de control instalados en él. Por lo tanto, en los grifos de ducha con función de termostato, generalmente hay dos mandos. Con uno de ellos regulamos la intensidad del flujo y con el otro, su temperatura.
Los grifos de ducha con termostato tienen una amplia gama de temperaturas que podemos ajustar fácilmente. No es necesario tener tacto ni ajustar varias veces como en los grifos clásicos.
Los grifos de ducha con esta función son, sin duda, una solución conveniente. Podemos dejar el termostato ajustado a un valor específico de temperatura al que el agua se calentará una vez activado el grifo. Esta es una solución ideal para personas que no tienen tiempo ni mucha paciencia para ajustar la temperatura con una palanca.
Cuida de tus necesidades
La cuestión de qué grifo de ducha elegir sin duda será muy discutida. Cada uno de nosotros tiene motivos ligeramente diferentes al elegir un modelo específico.
Todo depende realmente de nuestras necesidades. Si sabemos que estamos muy ocupados y, al meternos en la ducha por la noche, queremos relajarnos al máximo sin tener que ajustar el mando a izquierda y derecha, vale la pena considerar la compra de un grifo con función de termostato. Sin embargo, si no nos importa cómo regulamos la temperatura del agua y el termostato es para nosotros un gasto agradable pero no completamente necesario, deberíamos reconsiderar si realmente lo necesitamos.
Los grifos con termostato serán, por supuesto, significativamente más caros que aquellos sin esta función. Sin embargo, en cuestiones como el relax después de un día entero, al que nos enfrentaremos diariamente, no deberíamos escatimar demasiado. Los grifos de ducha no se cambian todos los días, y si vamos a estar con nosotros mismos cada día, vale la pena gastar un poco más para asegurarnos un nivel de comodidad esperado.
Ahorro a pesar de una solución costosa
Como se explicó anteriormente, los grifos de ducha con termostato son significativamente más caros que los modelos tradicionales. Sin embargo, es un gasto único que sin duda se recuperará. ¿Cómo es esto posible? Imaginemos una situación en la que entramos a la ducha y la temperatura del agua ideal ya está ajustada. En lugar de quedarnos en el mando ajustando el flujo y la temperatura del agua (que sigue corriendo) durante minutos, podemos comenzar a lavarnos de inmediato. Esto es realmente un gran alivio, y un ahorro importante: no solo de tiempo, sino también de dinero. Los recibos de agua lo demostrarán. ¡Puede sorprendernos ver que de repente hay una cantidad mucho menor a pagar que antes!
¿Para quién son los grifos de ducha con termostato?
Están dedicados principalmente a personas que experimentan cambios repentinos de presión o temperatura del agua. Por ejemplo, esto ocurre cuando hay una extracción adicional de agua por parte de dispositivos (lavadora, lavavajillas, etc.) o al abrir el grifo en otra parte del apartamento. Puede ser muy irritante durante el baño. La solución es instalar un grifo de ducha con termostato, que regulará y evitará cambios bruscos en la temperatura del agua.