Los platos de ducha de 100x100 centímetros y otros pueden estar hechos de diferentes materiales, como acrílico, acero, cerámica, piedra o conglomerado. A veces también vienen con un equipo adicional que proporciona un fondo antideslizante o estriado. En los platos de ducha con paredes altas, a menudo se instala un asiento perfilado.
Platos de ducha de acrílico
Los platos de ducha de acrílico son los más populares. Son productos bastante ligeros y cálidos al tacto con una superficie lisa. Sin embargo, después de un uso prolongado, pueden provocar ruido en forma de crujidos. Si elegimos un plato de ducha de acrílico de menor calidad, su superficie puede comenzar a amarillear. Es importante saber que no se deben utilizar productos limpiadores que contengan sustancias abrasivas para limpiar estos productos. Se pueden eliminar los deslustres con un agente de pulido y un paño suave, y los pequeños arañazos con un kit de cuidado. Los desconchones se pueden reparar fácilmente con acrílico líquido y endurecedor.
La superficie de acrílico constituye la capa superior, que descansa sobre una plantilla de poliuretano. Esta construcción es rígida gracias a la fibra de vidrio. Puede estar cubierta con un revestimiento que facilita la limpieza del plato de ducha o tener una pequeña cantidad de mineral, lo que hace que su superficie se asemeje a la piedra. Se recomienda que este producto se instale sobre bases hechas de espuma de poliuretano o poliestireno, o sobre bastidores. Algunos son autoportantes gracias al acrílico reforzado. Existen revestimientos acrílicos preparados integrales o añadidos. Algunos modelos también pueden estar diseñados para ser empotrados en el suelo o revestidos con azulejos.
Cerámica y acero
Los platos de ducha de cerámica son productos muy duraderos que demuestran gran resistencia a todo tipo de arañazos. Además, se pueden mantener limpios fácilmente. No son productos ligeros, pero mantienen su estabilidad. Se pueden instalar sobre el suelo. Deben fijarse con parches de mortero en el centro del plato de ducha y en sus esquinas. A su vez, entre las paredes y el borde, se deben colocar bandas de lámina aislante. Todos los huecos deben llenarse siempre con silicona sanitaria.
El plato de ducha de acero está compuesto por una chapa y una capa esmaltada. Gracias a ella, su superficie es extremadamente dura, lo que le otorga gran resistencia a los arañazos. Sin embargo, el esmalte puede desconcharse. Los pequeños daños se pueden reparar con esmalte reparador en barra, y los mayores con esmalte en spray y masilla. Hay platos de ducha de acero con un revestimiento especial que facilita su limpieza. Son fríos al tacto y también bastante ruidosos. Por esta razón, es recomendable instalarlos sobre soportes.
Platos de ducha de conglomerado y piedra
Los platos de ducha de conglomerado son productos cuyo 80 por ciento del material es mármol, y el resto son colorantes y resinas sintéticas. Aquellos sobre los que se ha aplicado gelcoat tienen un alto brillo y una increíble suavidad en la superficie. Es lisa, no porosa. Esto evita el desarrollo de microorganismos en ella. Los platos de ducha de conglomerado son cálidos al tacto, duros y también muestran gran resistencia a los productos químicos y las manchas. Además, se pueden montar fácilmente.
Por otro lado, los platos de ducha hechos típicamente de mármol o granito tienen una apariencia muy atractiva. Tienen gran resistencia a todo tipo de daños mecánicos, así como a las manchas. Estos productos de piedra amortiguan los impactos de las gotas de agua y retienen el calor en gran medida. Los platos de ducha de mármol pueden decolorarse con productos alcalinos. La piedra es resbaladiza, por lo que es importante que el fondo del plato de ducha esté matizado. Esto protegerá a los usuarios de resbalones o golpes. Las piedras absorbentes deben ser impregnadas.