La compra de una bañera debe estar bien pensada, ya que es un elemento del equipamiento del baño que se utiliza a diario. Hay muchos factores a tener en cuenta, entre los que se incluyen: el diseño interior, las necesidades individuales de los habitantes, el tamaño, así como la gestión del espacio. El material utilizado para la fabricación de las bañeras tampoco es insignificante. Considerando las cuestiones anteriores, estamos seguros de adquirir una bañera que se ajuste perfectamente a nuestras necesidades.
Diversas opciones a elegir
Se debe preparar adecuadamente para la compra de una bañera. Al principio, vale la pena reducir el círculo de búsqueda, es decir, determinar las dimensiones de la bañera, su forma, el material de la que está hecha y la cantidad que estamos dispuestos a gastar en ella. También vale la pena considerar la compra de accesorios adicionales, como hidromasaje u otras comodidades que influyen en el confort del baño. Muchos fabricantes ofrecen una amplia gama de variantes, desde el básico hasta los más caros, pero también mejor equipados.
Una de las cuestiones más importantes es el tamaño de la bañera y la disposición del baño. Son estos factores los que determinan qué forma de bañera debemos elegir. En una situación en la que disponemos de un espacio reducido, un buen plan puede ser un modelo clásico rectangular, que se puede colocar fácilmente contra la pared. Este tipo de bañera se puede incorporar fácilmente en casi cualquier disposición de la habitación.
En baños pequeños también se pueden encontrar bañeras asimétricas, disponibles en versiones para diestros o zurdos. Esta solución permite ahorrar un espacio que se puede utilizar de otras formas que se desee. En los baños grandes, las bañeras de hierro fundido independientes se presentan excelentemente. Muchas de ellas están equipadas con patas estilizadas y elegantes que son una decoración original que no pasa desapercibida.
Tamaño de la bañera
Independientemente de si se decide comprar una bañera de hierro fundido, acrílica, de acero o hecha de otro material, su tamaño es extremadamente importante. Esto es particularmente importante debido al tamaño del baño y las preferencias de los usuarios. Lo más importante es que la bañera sea cómoda, es decir, adaptada a nuestra postura. Si queremos sentirnos seguros durante el baño, vale la pena adquirir un soporte estable para los pies y la espalda. Es difícil relajarse en una situación donde no podemos estirarnos libremente en el agua.
Normalmente, las bañeras rectangulares típicas miden aproximadamente 170 centímetros de largo y 70 centímetros de ancho. Para una persona de complexión esbelta y altura media, este modelo debería ser completamente suficiente. Sin embargo, vale la pena saber que muchos fabricantes también ofrecen modelos un poco más anchos (generalmente hasta 90 centímetros) y más largos, hasta 220 centímetros. Si queremos estar seguros de que el modelo elegido nos queda bien, entonces vale la pena "probarlo", es decir, entrar en él y tratar de acomodarse cómodamente. Esta cuestión es particularmente importante, ya que las bañeras varían en perfil y no todas nos quedarán bien.
Accesorios
Al decidir comprar una bañera, hay que prestar atención no solo a su tamaño o forma, sino también a los interiores perfilados. Estos afectan no solo la comodidad de uso, sino también el consumo de agua durante el baño. La capacidad de la bañera también depende de las dimensiones externas del diseño interno. Puede ser de aproximadamente 70 litros (en el caso de modelos más pequeños), y hasta 450 litros (en el caso de los más grandes). Obviamente, cuanto más grande sea la bañera que compremos, más tiempo tendremos que esperar para llenarla con agua.
Muchos fabricantes ofrecen la posibilidad de comprar una bañera con reposacabezas suaves montados con ventosas. Las bañeras un poco más exclusivas permiten su regulación, lo cual es muy conveniente para sus propietarios. Para garantizar la máxima comodidad durante el baño, muchas personas optan por comprar modelos con barandillas especiales y asas. Esta opción se recomienda especialmente para personas mayores y niños, aunque no exclusivamente. Estas asas pueden convertirse en una decoración por sí mismas, gracias a la amplia variedad de opciones disponibles. Se pueden adquirir, por ejemplo, asas mate, brillantes e incluso que imitan madera. Facilitan levantarse, entrar y salir de la bañera.