Termostato de radiador - ¿cómo elegir? - Mexen

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Termostato de radiador - ¿cómo elegir?

El termostato en tu radiador es un dispositivo extremadamente importante, ya que permite ajustar la temperatura de la habitación perfectamente a tus necesidades. Con un termostato bien elegido también puedes ahorrar mucho. ¿Quieres saber cómo comprar un buen termostato? Has llegado al lugar correcto.

¿Qué es un termostato

El termostato es el componente del radiador que regula el flujo de agua caliente al dispositivo. El termostato abre y cierra la válvula de agua dependiendo de la temperatura de la habitación. Dependiendo de la temperatura que ajustes en el termostato, regulará la cantidad de líquido en el dispositivo para ajustar la temperatura ambiental a la configuración.

En edificios antiguos, se instalaban radiadores sin termostato, lo que hacía imposible la regulación de la temperatura. Por ello, a menudo las viviendas estaban demasiado calientes y en invierno era necesario abrir las ventanas. Con el uso de un termostato puedes regular la temperatura en casa como desees, gracias a lo cual cuidarás tu confort térmico y ahorrarás en agua caliente. Si tus radiadores no tienen termostato, es una buena idea instalar uno por comodidad y ahorro.

¿Cómo funciona un termostato

La válvula termostática consta de una cabeza y una válvula de radiador. La cabeza cierra y abre la válvula, regulando la cantidad de agua que entra al radiador. La temperatura se establece en la cabeza del termostato. En la mayoría de los radiadores, la temperatura se simboliza con números del 1 al 5 y girando la cabeza puedes configurar el valor deseado. Normalmente, 20 grados se indica con el número 3, y si ajustas el termostato en la posición marcada con un copo de nieve, se mantendrá la temperatura mínima segura en el radiador, generalmente alrededor de 5 grados.

También se pueden comprar termostatos electrónicos. La versión electrónica es mucho más precisa que la versión analógica, ya que puedes introducir la temperatura exacta que deseas en la habitación. Por supuesto, cada termostato también tiene un sensor de temperatura que mide su valor en la habitación. Cuanto más precisa sea la medición, más precisamente podrás ajustar la temperatura en el hogar.

Es muy importante no cubrir ni bloquear con muebles el lugar donde se encuentra el sensor de temperatura. Si lo haces, “engañarás” al sensor, que indicará una temperatura más alta de la que realmente hay en la habitación, y como resultado, no regulará correctamente el flujo de agua al radiador.

Tipos de termostatos

En el mercado hay varios tipos de válvulas disponibles, por lo que puedes elegir la que mejor se adapte a tus necesidades. Los más populares son los que puedes encontrar en la mayoría de los radiadores, por ejemplo, en apartamentos en edificios de bloques. Estos son termostatos cuyos componentes están todos en un solo lugar y se colocan directamente en la entrada al radiador. Con tal termostato, cualquiera puede ajustar manualmente la temperatura sin dificultad. Es una buena solución en lugares donde no hay problemas de acceso, no hay corrientes de aire, y el sensor no está obstruido ni cubierto por nada. Son los termostatos más baratos y populares, que funcionarán si no tienes necesidades especiales.

Si tu habitación es grande o el radiador está en un lugar expuesto a corrientes de aire, vale la pena optar por un termostato con un sensor que funcione remotamente. Puedes colocar dicho sensor en el lugar elegido de la habitación (se asume que debería ser el lugar más frío), y transmitirá la información de forma remota a la cabeza que regula el flujo de agua al radiador. Es una buena solución también si el acceso al radiador es complicado, por ejemplo, si cuelga alto en la pared.

Si tu radiador tiene una forma inusual o está en un lugar problemático, puedes adaptar a él un termostato diseñado para tareas especiales. Se distinguen las válvulas rectas, axiales, de esquina y angulares. Si tienes dudas sobre cuál se adaptará a tu radiador, lo mejor es consultar a un profesional que te ayudará a elegir la mejor opción.

¿Cómo usar el termostato

El termostato es un dispositivo sencillo en su funcionamiento, pero para usarlo correctamente, debes recordar algunas reglas de uso. Sobre todo, no cambies demasiado rápido la configuración de la temperatura. Muchas personas cometen el error de ajustar la temperatura máxima en el termostato si la habitación se enfría. De esta manera, el radiador no se calentará más rápido, solo la temperatura aumentará gradualmente hasta el valor máximo y la habitación simplemente estará demasiado caliente.

Lo mismo ocurre con la ventilación de la habitación. Si abres una ventana, cada vez reduce la temperatura del termostato. Si no lo haces, el sensor detectará la caída de temperatura y el radiador aumentará la potencia continuamente. Esto no es económico y hará que la habitación esté demasiado caliente una vez cierres la ventana. Si te vas por un tiempo prolongado, puedes bajar un poco la temperatura del termostato y aumentarla cuando regreses a casa. El radiador reaccionará bastante rápido a las indicaciones del termostato y se calentará en poco tiempo.

Siguiendo estas sencillas reglas, podrás disfrutar de un máximo confort térmico en tu hogar.

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